Vaquería

Domingo 26 de Junio 2016

El día anterior fue productivo en cuanto al descanso. La idea es que pueda aclimatar mi cuerpo a estar por encima de los 4000 metros de altura sobre el nivel del mar. Algo que no se suponía iba a ser simple y que de hecho, por lo tanto leído, no tenía una estadística en la cual poder apoyarme. Mas bien, todo depende mucho del cuerpo de cada uno.

El camino de nuestro vehículo sigue el recorrido del río Santa. Pasamos por muchos pueblos, como por ejemplo lo es Yungay, en el cual décadas atrás hubo miles de muertos por un alud. En eso voy a comentarte un poco mas, una vez que emprenda mi vieja de vuelta hacia Huaraz.

Llegando a la entrada del Parque Nacional Huascarán, tenemos que bajar del vehículo para pagar el abono o entrada del parque. Un tramite que no nos lleva mucho tiempo y que por otro lado, aprovechamos para descansar, beber y comer algo. Atentos a quienes vayan a hacer este viaje…es largo, pero vale la pena. Los guardaparques de este lugar, nos indican que es lo que no debemos hacer y nos brindan una breve charla. Alrededor nuestro, hacia el oeste, picos nevados de mas de cuatro mil metros por sobre el nivel del mar. Muchos tienen lo que se llama ‘nieves eternas’. Esos apus son colosos.

Nos volvemos a subir al vehículo y comenzamos nuestro viaje dentro de la quebrada. Lo primero que se puede apreciar a la distancia es la Laguna Llanganuco, con sus aguas turquesas que nos hipnotizan. Es increíble que a pesar de la aridez que existe alrededor, el agua haya adquirido ese color. Pero no nos equivoquemos, es agua glaciaria.

Bajamos del vehículo y nos sacamos un par de fotos. Me encantaría poder estar bien, pero me siento un poco molesto. Tengo una molestia en la cintura. Nada preocupante al parecer, pero es algo que no me es normal. Probablemente sea la falta de entrenamiento o el haber dormido en una mala posición? No lo sé. Busco autodiagnosticarme e intento buscar respuestas que me satisfagan. En fin…esto sumado a las deposiciones no normales que tengo, son pequeños indicios de un nuevo ‘amigo’ que va a tardar un par de meses mas en aparecer en toda su magnitud…pero volvamos al relato del viaje.

Luego de sacar unas buenas fotos de las lagunas, continuamos nuestro viaje a Vaquería, lugar en donde comienza nuestro sendero o mejor dicho, el Santa Cruz trek. Vamos dejando atrás ese maravilloso color turquesa de las lagunas y comenzamos a subir por unos acantilados, que nos llevan a un lugar llamado Portachuelo, en donde vamos a alcanzar la altura de 4768 metros sobre el nivel del mar.

En el camino, nos cruzamos con otros vehículos y creéme que de solo mirar a través de la ventana y ver los precipicios, es imposible no pensar en un accidente. La pregunta obligada de uno de mis nuevos compañeros de viaje se imaginan cual habrá sido, no? Correcto! – Usted sabe si hubo algún accidente en este camino? A lo cual el conductor responde: – Asi es, hace un par de años se cayo una camioneta aquí mismo y se murieron todos sus ocupantes. En mas de una oportunidad, yo creo que somos muy curiosos los seres humanos y en nuestro afán de querer saberlo todo, dejamos de disfrutar del momento. En fin, silencio en nuestro vehículo hasta que llegamos a la próxima parada.

Disfrutamos de una parada mas antes de llegar a Vaquería. Por sobre ,los cuatro mil metros de altura, el frío se siente. Pero el paisaje es idílico. Los nevados a nuestro alrededor se ven formidables. Por nombrar algunos, el Huascarán Sur y el Huascarán Norte, el Chopicalqui, el Yanarahu y a lo lejos el Nevado Hunadoy y el Chacraraju.

Muchísimas fotos de los paisajes, de mi y también con el guía y con el cocinero de nuestro grupo, que te cuento a esta altura, ya estábamos como si nos conocieramos desde hace tiempo. Esto es el plus del viaje: conocer gente y vivenciar las costumbres; algo que muy a menudo, no se nos ocurre hacer.

El viaje continua por una hora mas y llegamos finalmente a Vaquería.

Apus: es una palabra quechua que tiene dos significados en una sola palabra: El primer significado es montaña y el segundo es Dios. Por ende, Los Apus son los espíritus de las montañas que protegen a los pueblos de los Andes desde la época de los Incas. Segundo, significa DIOS. El APU era el dios protector de cada pueblo en el imperio de los Incas. En la época inca y en la cultura quechua (entre otras más) se consideran a determinadas montañas y nevados como lugares en donde reside el Apu (dios tutelar) de un determinado lugar, siendo entonces esta montaña sagrada (http://www.cometoperu.info/los-apus/).

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