Lima

Llegando a Lima, pasar por migraciones es solo un tramite mas, pero tengo urgencia de salir y prenderme un cigarrillo. Francisco, dueño de una empresa que gestiona el transporte allí en el aeropuerto, me dice que pronto llegara un auto que me llevara a la terminal de ómnibus Plaza Norte. confío y mucho en el. Francisco es uno de esos tantos limeños, que todos los días se levantan para trabajar y a través de su esfuerzo, le dan de comer a su familia. Conocedor de Lima en profundidad, tiene una sonrisa plena y siempre una historia que contar. Pienso: este tipo es increíble, ya que tiene mas conocimiento, comparativamente hablando, que algunos de los guías de turismo que encontré en otros viajes.

Lima es una ciudad llena de historia y para mi tiene un sabor de rico encuentro, ya que habían pasado mas de veinte años sin visitarla. Trabaje dos años para una compañía de aviación peruana y conocí gente maravillosa, de Perú y otros países de Latinoamerica. En cierto modo, sentí que era algo así como cerrar un circulo, o bien una historia. Cosas locas que se te pasan por la cabeza.

En mi búsqueda de la perfección, siento que el tiempo esta volando y no me doy cuenta de que tengo que disfrutar. Ahora que puedo y que nadie me controla, enciendo mi segundo cigarrillo.

Llega el auto, me subo y como siempre, busco de ser copiloto. Es simplemente insoportable la idea de viajar en el asiento trasero, sentirme infelizmente yuppie y marcar la diferencia entre conductor y pasajero. Hay personas que necesitan poner de manifiesto esto mismo y marcar esa diferencia: tremenda estupidez no, pero tan real. Algunos dirán ‘es lo que hay’, pero el termino me parece tan patético y conformista, que de solo escucharlo me da escalofríos. Es lo que hay, porque no tenes ganas de cambiarlo o sos tan mediocre, que lo aceptas sin quejarte. En fin, me siento adelante y empezamos a hablar de la vida, de Lima, del Perú.

Llegando a la Terminal Plaza Norte, busco la empresa de ómnibus que me va a llevar hasta Huaraz. Me compro algún que otro snack para comer en el camino. Veo la famosa Inca Cola, con su gusto tan particular, y me digo a mi mismo que no. Por las dudas, no vaya a ser que me sienta mal en el camino. De hecho, ya desde hace varios meses no estoy sintiéndome bien del estomago y las deposiciones son mas frecuentes. Me dicen que puede ser colon irritable o algo ligado al estrés. Tengo algun que otro medicamento conmigo, pero por ahora estoy bien.

Me subo al ómnibus y busco mi asiento. Despache solo un equipaje, pero mi mochila la llevo conmigo. Ya en mi asiento, la posición es muy incomoda y para mi sorpresa, no hay lugar en los compartimientos superiores. La mochila entonces viene conmigo, tal cual un recién nacido. El snack que sirven en el omnibus, saliendo de Lima, desaparece en cuestión de segundos. El tamaño y el gusto: para el olvido.

A través de la ventana, veo que vamos dejando la ciudad y nos dirijimos al norte. Mañana, me espera Huaraz y la impresionante Cordillera Blanca.

 

 

Buenos Aires

Miércoles 22 de Junio 2016

Llegó el gran día. Me estoy yendo a Lima, Perú, en un vuelo directo desde Buenos Aires. Ya en el Aeropuerto Ezeiza, me facturan el equipaje y me voy para el sector de embarque.

Trabajando en el rubro aeronáutico, hace que te formules algunas preguntas, tales como: como me atenderán abordo? serán profesionales? Que servirán para la cena? En fin, me embarco y espero que cuando me facturaron, se hayan iluminado con un buen asiento. El vuelo es largo y esas casi cuatro horas y media son interminables. Amerita entonces llegar lo mas entero posible. En resumen, se que voy a llegar a Lima y voy a tener que salir corriendo para buscar un transporte que me lleve desde el aeropuerto, hasta la terminal de ómnibus. Luego, a tomarme el omnibus que me lleve a Huaraz. Todo calculado, tal cual otros tantos viajes que habré hecho. Minucioso el trabajo; con la mente siempre puesta en cualquier escenario que pueda modificar el curso de mi viaje. Siempre en búsqueda de la perfección. Un loco, un perseguido, un maníaco? Puede ser, lejos estoy del ser humano sin defectos.